miércoles, 27 de noviembre de 2013

Lavavajillas: Caray con Balay

La principal preocupación sobre este electrodoméstico por parte del usuario es el consumo. No obstante, se ha avanzado en la reducción de agua destinada al lavado, sin que esto repercuta en la calidad de acabado.

Los nuevos modelos de lavavajillas Balay consumen una media de 9 litros por lavado, cuando hace años gastaban hasta 100. Del mismo modo, se ha comprobado que usar el lavavajillas actualmente gasta 1 Kw, mientras que lavar a mano (con agua caliente) unos 4 Kw. La diferencia pues no solo es de comodidad, sino también económica.

Por otro lado, la capacidad, los programas y las funciones son las otras prestaciones que imperan a la hora de decidir qué máquina llevarse a casa. Además, cabe destacar que recientemente se han reducido 6 dB en el nivel de ruido: de los 50 pasados a los actuales 44 hay una gran diferencia (supone reducir un 400% este rango).

La bandeja superior para cubiertos (que implantó Miele hace unos años) ya se encuentra en muchas marcas, y Balay apuesta por ello para favorecer al cliente. De esta manera, al disponer los cubiertos en la parte de arriba del lavavajillas, queda totalmente libre la parte inferior para colocar trastes, ollas, sartenes, etc. La cuba de Balay ha ganado 2 cm. a la cubierta, por lo que la capacidad es mayor que en los modelos antiguos; de ahí que se hable de 12-14 servicios, lo que significa que, de forma estimada, alguien puede desayunar, comer o cenar durante 12 o 14 veces hasta llenar el lavavajillas. Si no lo hiciera, la mayoría de aparatos presentan un programa de media carga para ajustar el lavado al número de utensilios (como en las lavadoras).

Según las estadísticas, el 75% de los clientes utiliza pastillas; por lo que la prestación de la segunda bandeja es muy demandada: así, la pastilla, dentro del cajetín cae de forma adecuada para que se disuelva de forma íntegra. De manera errónea, algunos usuarios acostumbran a introducir la pastilla directamente en la cuba, desperdiciándose el 80% del jabón con este mal procedimiento, puesto que el prelavado la reduce casi en su totalidad con un programa de agua fría (que no necesita todavía jabón).

Hay que ser consciente de que un lavavajillas debe quitar bien toda la suciedad, aunque esta esté grasosamente seca y adherida a la superficie de los usos culinarios. Las pruebas que se realizan antes de que los aparatos salgan al mercado se llevan a cabo de esta manera y los resultados confirman que se logra.

Para acabar con las características generales del lavavajillas, se recomienda, para el primer uso del lavavajillas, llenar el depósito de sal de agua antes de que esta primera entre en contacto con el estrenado aparato. Los expertos, aconsejan, aunque es algo engorroso, poner sal, abrillantador y, obviamente, pastillas en la previa de cada lavado.

En cuanto a los programas, se recomienda usar el Automático por las siguientes prestaciones: incrementa el rango de temperatura de 55ºC-65ºC a 45ºC-65ºC, posee un sensor activo que le da un tratamiento más delicado a la vajilla y, en definitiva, se adapta mejor la temperatura, el tiempo de lavado y el consumo eléctrico y de agua. Entre los modelos Balay con o sin programa Automático la diferencia es ingente, pues esta opción hace que la máquina tome hasta 54 decisiones antes de lavar, dependiendo del tipo, calidad, número de vajillas, etc. Si nuestro lavavajillas no cuenta con este programa Automático, lo mejor es usar el Económico (que lava a 50ºC). Por el contrario, el intensivo es demasiado, ya que alcanza los 70ºC, temperatura alta para ciertas vajillas: por ejemplo, si lavas copas delicadas de vino a más de 45ºC corres el riesgo de que se dañen.
Muestra de lavavajillas Balay con modelo de 45 cm.

Las funciones especiales suelen ser Variospeed (controlador de velocidad), zona intensiva (para manchas difíciles), media carga (si no está completo) e higiene plus (para optimizar la limpieza). Una pregunta muy habitual entre los usuarios de este electrodoméstico es por qué no seca los tupperwares. La respuesta suele ser el difícil trato que tienen los plásticos en estas máquinas de lavado. Se está avanzando para subsanar tales problemas, como es la tecnología de secado por zeolitas: de esta manera los cubiertos sí quedan completamente secos. Es cierto que hace años los lavavajillas secaban hasta el plástico, pero usaban una tecnología distinta, que consumía y dañaba más. Lo más crítico es esta última fase del lavado.

En conclusión, el lavavajillas está evolucionando gracias a los estudios que numerosas marcas, como Balay, están llevando a cabo. A la hora de retirar los platos, vasos, cubiertos… una vez ha terminado el programa del lavavajillas, es conveniente empezar de abajo a arriba, puesto que las bandejas pueden contener agua que mojen los utensilios secos de la parte inferior.



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jueves, 21 de noviembre de 2013

Frigoríficos: Caray con Balay

Las primeras neveras mantenían frescos los alimentos durante largas temporadas gracias al sistema de enfriado natural. Actualmente no hace falta esperar al invierno para acumular la nieve, gracias a los frigoríficos y a Balay podemos disponer de espacio para verdura, fruta, carne, pescado, lácteos…, a nuestro alcance y en perfecto estado.

            Como ocurría con las lavadoras y las secadoras, cada vez se impone más el consumo energético a la hora de decantarse por un frigorífico u otro. Cabe destacar, a modo de guía, que A+ consumo el doble que A+++ (por lo que el ahorro anual es considerable). Este año Balay ha reducido su nivel de ruido: pasando de 44 dB a 39 dB en A+++ y a 42 dB en el resto de modelos. A diferencia del resto de electrodomésticos que venimos comentando en este blog, los cuales apenas duran más de 10-12 años, la vida del frigorífico es mayor, rondando los 15-17 de media.

            Una de las características más solicitadas por el usuario es el cajón de carne, pescado, lácteos… que se sitúa en la parte inferior del refrigerador. Justo encima de este está el de fruta y verdura, con una humedad graduable. También se ha innovado mucho en productos de una puerta, que presentan A++ y A+++. El plástico es más resistente y los cajones se pueden sustituir por estantes para optimizar el espacio de almacenamiento en el caso de guardar alimentos o envases (tupperwares) voluminosos.
         
Expositor de frigoríficos Balay en la fábrica de La Cartuja (Zaragoza).
   
El accesorio de unión de estos productos de una puerta sirve para juntarlos en el caso de que se quieran disponer uno al lado del otro. No obstante, en este espacio de unión se van a producir condensaciones, fruto de la cercanía de ambos aparatos; por lo que el congelador, a la izquierda (entendiéndose que se situará normalmente a la derecha del refrigerador), posee un graduador (calefactor) que reduce ese enfriamiento. Todavía no existe el accesorio de unión para combis (frigorífico y congelador en el mismo aparato). Sin embargo, mediante este juego por separado lo tienes en lugar de vertical (uno encima de otro), horizontal (uno al lado del otro), con una altura de 185 cm. y una puerta reforzada y digital.

            En cuanto a los accesorios, podemos resaltar que la cubitera está en el cajón central del congelador, lo que dificulta el almacenamiento del mismo. Este cambio se debe a que la puerta ha pasado a medir 65 cm. de anchura, permitiendo así una capacidad de 201 litros. La bisagra de la parte superior aumenta un centímetro la altura, quedando en 186, pero posibilitando la total apertura y extracción de cajones.



            Finalmente, hay que recordar que todos los productos novedosos, no solo los de B/S/H están ocupando un fondo de 65 cm. para ganar capacidad, lo que ocasiona problemas para los muebles; de ahí la importancia de las medidas, además del consumo energético, a la hora de comprar un frigorífico.

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miércoles, 13 de noviembre de 2013

Secadoras: Caray con Balay

Lejos quedaron esos días de sol radiante, balcones abiertos y tendederos llenos de ropa. Esta semana, en nuestra sección “Caray con Balay” les hablamos de un electrodoméstico que se antoja indispensable en los próximos meses: la secadora.




Símbolos de las etiquetas de la ropa
La principal novedad es el etiquetado energético. Cada vez son más los productos que apuestan por el cuidado del medio ambiente, y las secadoras Balay así lo hacen. Obviamente no toda la ropa que se lava se mete a la secadora; muchas prendas delicadas presentan en la etiqueta símbolos que lo impiden (en el siguiente enlace se puede conocer el significado de cada uno: http://www.lavadoropa.com/simbolos.html ―el círculo dentro de un cuadrado tachado indica que no se puede meter a la secadora―). Por este motivo, la capacidad (en kg.) de las secadoras es menor que la de las lavadoras.

En cuanto a las prestaciones que actualmente nos hacen decantarnos por una u otra, prima el ahorro de energía. El nivel de consumo se mide tomando como referencia 120 usos anuales, cuando en realidad se suele utilizar el doble, en torno a 240 veces al año. Por tanto, el ahorro que se explicita en las características de cada secadora es solo estimativo, ya que depende, como todo, del uso.

Los modelos más recientes de secadoras Balay, y de otras marcas, apuestan por la bomba de calor. Esta es tan eficiente porque no usa resistencias: seca la ropa a través del calor que se genera en el proceso de compensaciones. Además del acabado óptimo, el cuidado de las prendas hace que sea una de las opciones preferidas para las secadoras actuales; aunque, claro está, todos estos avances, de momento, hacen que el programa dure más tiempo.

Por otro lado, el condensador es auto-limpiable, puesto que el agua desciende a modo de ducha, arrastrando así las pelusas hasta el filtro. Todas estas características también las presenta la gama alta de Siemens y Bosch.

Volviendo a uno de los rasgos principales que diferencia a las secadoras, cabe destacar que la clase energética B consume entre 4 y 4,5 kW/h. Además, por el reciente cambio de etiquetado, hay que tener en cuenta que debemos dividir entre -10% para hallar la equivalencia. Es decir, A+ corresponde a lo que aparece como -40%, A++ a -50% (ahorra el doble, o consume la mitad, como se quiera) y A+++ a -60%. La única secadora A+++ del mercado es fabricada por Bosch.

En cuanto al filtro, actualmente ha cambiado a partir de la doble junta, por lo que el sellado garantiza una mínima cantidad de pelusas.
Secadora Balay con bomba de calor

En definitiva, la secadora es un electrodoméstico fundamental para que la ropa no coja humedad, se cuide, perdure, mantenga su aspecto original... y, sobre todo, para secarla: algo muy caro en estos días de lluvia, viento y frío. De ahí que la bomba de calor y la clase energética protagonicen estos productos, más rentables por su bajo consumo y óptimo cuidado.

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jueves, 7 de noviembre de 2013

Lavadoras: Caray con Balay

Seguimos con nuestra campaña "Caray con Balay" tras la pasada visita a las fábricas de Zaragoza. Esta vez les hablamos de un electrodoméstico presente cada vez más en la mayoría de los hogares españoles: la lavadora.
Primeras lavadoras fabricadas por Balay, hace ya casi 50 años,
y ahora expuestas en la fábrica de La Cartuja (Zaragoza)
Una pregunta importante a la hora de elegir este electrodoméstico es la siguiente: ¿Qué prestaciones son importantes en una lavadora? Rápidamente, las básicas son: que no arrugue la ropa, el número de revoluciones por minuto y la capacidad (en kg.) que posee. No obstante, hay otras características que marcan la diferencia: ruido y consumo son considerados aspectos diferenciales.

            Para los expertos de Balay, lo más interesante es el sistema de Aquacontrol: mínimo consumo de agua. Esta opción permite a las lavadoras Balay distinguir hasta 256 niveles de carga (cuando las tradicionales discernían únicamente 3), adaptando los consumos en función de la carga. Otro rasgo esencial, presente también en lavavajillas, es el caudalímetro. Hasta hace poco era poco frecuente disponer de esta opción en una lavadora. El impedimento aparece cuando nos situamos en un domicilio con poca presión de agua, lo que provoca que los resultados de lavado no sean óptimos.


            Así pues, la clave de los productos Balay es su avance tecnológico, lo que asimismo permite un ahorro y un mejor trato con el medio ambiente. Una pregunta relacionada con estos aspectos suele ser: ¿qué cantidad de agua consume al año una lavadora? Alrededor de 10.000 u 11.000 litros es la media. Poco a poco estos índices se van reduciendo con las mejoras que cada día se investigan en los laboratorios de investigación de Zaragoza. Dicha marca, además, cuenta con un certificado de un medio europeo que trata las alergias. Del mismo modo, OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) testa productos en laboratorios independientes y publica los resultados. Cabe destacar que entre los seis o siete electrodomésticos más destacados o mejor valorados se encuentra BSH: ya que el resultado de lavado es lo que prima en dichos análisis.

Fabricantes de lavadoras Balay
            Otra cuestión habitual es en torno a la capacidad: ¿qué quiere decir que permite 7 kg.? ¿Por qué no se utiliza una medida en litros? Los índices se rigen por el peso porque se valora a partir del tamaño del tambor en el lavado de algodón, es decir, una lavadora de 7 kg. permite dicho peso en algodón; obviamente, si lavas poliéster u otros materiales o tejidos, el baremo varía. En sintéticos es menor la capacidad, y en delicado la mitad. Normalmente se acorta, ya que siete u ocho kg. para un lavado es excesivo. La diferencia de estos niveles de carga es ingente: los primeros inicios de agua-lavado se hacen con el presostato. Otro aspecto importante es el del tambor variosoft. El ruido se apacigua a través de los laterales circulares, lo que crea un diseño antivibraciones con bajorrelieves.

        El motor sin escobillas hace que haya menos rozamiento. Además, hay sensores que lo neutralizan. Dichos avances técnicos y tecnológicos son recientes.

Lavadoras Balay sometidas a pruebas de
calidad, toma de agua, desagüe, etc.
          Hace años, la lavadora introducía mucha agua en el tambor, unos 100 litros, mientras que actualmente se utiliza menos de la mitad. También se ha trabajado e investigado en lo concerniente a la pala del tambor, la cual bate la ropa, a través de formas muy curvadas mediante plásticos. Esto es inviable en acero, ya que el primero es más maleable.

          Las pruebas de calidad se llevan a cabo con prendas de seda para optimizar el cuidado de la ropa.



         El tambor puede medirse en litros, siendo 64 (8 kg.) el más grande del mercado. Por otra parte, es posible encontrar uno que permita menos litros (58) y que esté catalogado con la misma capacidad (8 kg.). Vemos pues la complejidad de medir tal aspecto. Balay certifica el producto tanto para 7 como para 8 kg.

            Esta parte de la lavadora, el tambor, crea algunas preguntas: ¿por qué una manta cabe en Electrolux y no en Siemens, por ejemplo? Porque el producto cambia. Se invierte más en unos aspectos que repercuten en el tamaño del tambor, como es el caso de las marcas anteriormente citadas. Ahora bien, el hecho de que el tambor sea más grande no significa que la lavadora sea mejor. También influye el tratamiento que le demos a la máquina. En ocasiones, castigamos las lavadoras. Un uso adecuado garantiza mayor durabilidad. Insistimos mucho, pues, en que cada programa tiene su carga. El movimiento, el agua, el trabajo… no es el mismo.


¡Caray con Balay!
            El concepto Varioperfect es una función que puede usarse en la mayoría de programas, por lo que no es un programa per se. Balay es de las pocas marcas que presenta dicha opción. ¿Cómo usar Varioperfect? Si, por ejemplo, tienes prisa, con esta modalidad se ejecuta el mismo programa en la mitad de tiempo. Ahora bien, consume mucho más. Si lo que queremos es ahorrar, debemos seleccionar el programa Eco, ya que al tardar más, deja la ropa más tiempo en remojo y no la golpea tanto. Es importante entender por qué sin consume menos tarda más. Parece una paradoja, pero es lógico si lo comparamos con el coche que va de Alicante a Madrid a una velocidad de 130 km. y el que lo hace a 90 km.: obviamente el primero llega antes, en tres horas, por ejemplo, mientras que el segundo tardará más, pero habrá consumido menos, gasolina en este caso.

            Algo muy común es programar la lavadora. Con esta opción, la máquina se pone en marcha automáticamente para que acabe a la hora deseada. Esto es idóneo en los casos en que sales de casa y no puedes ocuparte de activarla. Al regresar dispones de la ropa recién lavada.

Lavadoras sin carcasa para ver el mecanismo interno.
            Uno de los factores que más influye en el lavado y cuidado de la ropa es la temperatura: si esta es alta quita las manchas difíciles más fácil y rápidamente, pero si es baja se ahorra más; de ahí que la mayoría de los clientes utilicen un programa en frío, puesto que la ropa normalmente no presenta demasiada suciedad. Y es aquí donde interesa el nuevo sistema de Balay Aquacontrol: mínimo consumo de agua. La principal prestación de esta opción propia, de momento, únicamente de los modelos de alta gama es que, de todas las lavadoras del mercado, son las que consumen menor cantidad de agua.

            Una mala costumbre que tienen muchos usuarios es abrir el cajetín a mitad del lavado y echarle agua. Esto no es necesario, ya que la máquina utiliza la cantidad de agua necesaria. No hay porqué añadirle más. Del mismo modo, el uso excesivo de detergente es dañino. Lo adecuado es llenar un tapón. Se recomienda la lavadora con dosificación automática (también presente actualmente en otras marcas de BSH como Bosch y Siemens). Ahora bien, si esta opción no está a nuestro alcance, se aconseja introducir el detergente líquido mediante una regleta. Si se lava en frío (como es común en España), no es recomendable el uso de detergente en polvo, ya que se disuelve con dificultad, cuidando así las resistencias. Por otro lado, si lo haces con agua caliente, la cal se adhiere más a estas resistencias.



            En cuanto al cierre magnético, casi todos los modelos de lavadoras Balay cuentan con él; lo que permite que no haya que esperar 2 minutos para abrir la puerta tras el lavado.

Lavadoras al final del proceso de fabricación, embaladas y listas para transporte e instalación.

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